12.6.21

Hay que controlar la violencia social, familiar y de personas contra personas

Como me comentaba ayer un amigo, para los que matan y luego se suicidan no sirve otro tipo de educación que la de cambiar el orden de los factores. Que primero se suiciden y luego ya si eso… que intenten matar. Pero con todo hay que modificar de forma lenta pero muy contundente en el tiempo la educación social. Los conceptos de qué somos, de qué es lo que hacemos en este mundo, de qué nos pertenece y qué no nos pertenece nunca.

Como sociedad individual todavía hay un grupo excesivo de personas que no tienen claro qué nos pertenece por ser simplemente animales racionales, ni qué es nuestro en relación a nuestros hijos, ni con las parejas, ni con nuestras decisiones como persoans hacia otras personas. 

Los hijos no son nuestros por muchos que insistamos en ciertos ámbitos sobre lo contrario. Como padres nuestra labor es cuidarlos, educarlos y darles el camino de su propia libertad y emancipación.

El sistema tan paternalista que hemos vivido durante décadas no es el correcto, pero además no es bueno para las relaciones entre personas. Y si nuestros hijos no son nuestros, son de ellos mismos, trasladar este punto de vista hacia la pareja es básico. 

Podemos comprarnos un coche, medio kilo de caviar o un ordenador. Pero NUNCA podemos comprar o alquilar a personas. Sean del tipo que sean. Parejas, colaboradores en la empresa, personas que nos ayudan en ciertos trabajos. NUNCA DEBEMOS ENTENDER que estamos comprando o alquilando a personas y que en la misma medida en que decidimos contar con ellos, hay que admitir que ellos pueden dejar de contar con nosotros.

Y nos equivocamos cuando pensamos que este tema hay que educarlo solo desde los colegios. Es un asunto familiar, de educación familiar sobre todo. ¿Quién ha dejado de pensar que los padres también somos los maestros?

La televisión es una herramienta maravillosa si se sabe manejar en cuanto a contenidos, formas de informar sobre ciertos asuntos, sobre horarios y con unos controles pactados entre algunas empresas, para trabajar más y mejor la educación social. No todas las cadenas pueden aceptar que se quiera trabajar con programas educativos que son siempre de baja audiencia, pero para eso hay discriminaciones positivas. 

O trabajamos mejor entre todxs estos temas, o sabemos claramente hacia donde nos dirigen pues hay datos en algunos países que trasladados a España nos dejarían una imagen horrorosa. 

Hay que evitar el crecimiento de los locos que se creen muy cuerdos. Y ese es un trabajo de muchos, de casi todos nosotros. Los silencios son la medicina que utilizan los locos para campar a sus anchas por sus mundos artificiales.