19.6.21

Se impone cambiar la Fiesta de la Almohada por la Fiesta de la Mascarilla


Enorme éxito a las 2 de la madrugada de las nuevas libertades tras la pandemia que ya nos creemos superada sin saber leer la letra pequeña, como si nos hubieran sacado de la cárcel eterna. Ahora lo que parece lógico desde los jueves es estar hasta las 3 de la mañana armando bulla y bailando en la calle, para demostrarnos a nosotros mismos que ya somos libres. ¿Libres… de qué?

En realidad somos tontos, pero esa es otra. Creer que porque desde Madrid nos han abierto a toda España la opción de poder estar hasta las tres de la madrugada es tanto como tener libertad para gritar desaforados, es de escasos. 

Pero somos así, y por eso las medidas duras tienen que tener un recorrido mayor del necesario a costa de los realmente tontos que tenemos que soportarlas, sin ser capaces luego de aprovechar en grito que ya podemos estar emborrachándonos hasta la madrugada. ¿A quién se le ocurre dormir sabiendo que desde Madrid nos han mandado estar de juerga hasta las 3, una hora en la que incluso los murciélagos ya se han ido a la cama?

Nos falta hacer la Fiesta de la Almohada pero adaptada a la Fiesta de la Mascarilla sin importarnos que no seamos adolescentes de edad. Pero creo que eso es para la próxima semana.