2.2.09

¿Se puede vivir mejor? (III)

Suelen instruirnos bajo la idea de que el mundo condiciona nuestro nivel de felicidad, para después invadir nuestra consciencia de pensamientos zen y paz interior en el que tu eres quien decide como ver el mundo, como sentirlo y sentirte frente a el.
Pero lo cierto es que aunque puedas decidir como quieres ver el mundo, el mundo es uno, y está ahí, golpeándote y dejándote cruzar, insultándote y dándote la mano.

Decían los Beatles, “vivir con los ojos cerrados es fácil, pero se malinterpreta todo lo que se ve”. ¿Pero como vivir ante un mundo que puedes encontrar tan injusto como humano, tan cerrado como oscuro, tan infeliz como escondido? ¿Cómo abrir los ojos si a cada paso que pisas oyes y ves y sientes y miras y escuchas y tocas lo que jamás querrías ni siquiera malinterpretar como vida fácil? ¿Respirando fuerte?

Las palabras no curan el mal, pero ayudan con las heridas.
Lo único que puede contrarrestar el fútil e inmortal mal de la vida es la gente que te rodea, que te cuida, que te quiere y que te admira. Aquellos que rodean tus ojos y filtran la imagen, que respiran contigo para que seas más fuerte. Y el mundo sigue ahí, impasible, creando túneles de hormigas, tan bueno y malo como siempre. Pero ya sea con palabras o con hechos, con miradas o con besos, con discursos o con textos, Se Puede Vivir Mejor, rodeado de tus queridos contrapesos.

Saludos.

Se puede vivir mejor (I)
Se puede vivir mejor (II)