23.5.13

La sociedad ni gobierna ni es oposición. Pero es ambas

Las ideas de los políticos cambian si están en los gobiernos o en las oposiciones. Oposiciones a gobernar, jope cómo suena a examen. Pero incluso cuando gobiernan están más pendientes de si lo que gestionan es bueno o malo para seguir gobernando. Y además y ya para rematar, sopesan si sus reformas serían bueno o malas para cuando ellos llegaran a la oposición o se mantuvieran en el gobierno otros años más.

Es decir, todo lo mediatizan por y para su particular futuro.

Que efectivamente generalizar está mal y que hay excepciones, cierto, pero el sentido más habitual es este. Un gran error.

He hablado en varias reuniones con un político que gestiona sobre una reforma en profundidad de una ley, de un reglamento. No me lo dice pero se tambalea en sus opiniones. Si volvieran a la oposición la reforma que proponemos ellos y nosotros sería interesante y muy válida para sus intereses. La apoyan pues sin remilgos. Pero si siguen gobernando no les interesa la reforma, no les gustan los cambios pues suponen más control. Se debaten entre adivinar si dentro de dos años gobernarán o serán oposición y ya mediatizan todo ente estas posibilidades.

¿Y para la sociedad en general, para la calle y las personas, qué les supone un tipo de reforma u otra? Pues parece que esta cuestión es ya menos importante, sobre todo por que algunos políticos piensan que como son los representantes de gran parte de la sociedad, lo que ellos les parece bien lo es para la sociedad a la que representan. Pero se olvidan que las personas casi nunca son ni oposición ni gobierno.