18.4.15

Los alemanes quieren enseñarnos a gestionar la corrupción. Están tontos

Me imagino que se habrán enterado de los de Rato pues lo han publicado la inmensa mayoría de los grandes periódicos mundiales. Sobre todo en Europa, más todavía en Alemania. Ellos se preguntan qué somos en esta España curiosa que perdona todo. Debe ser el catolicismo ancestral, claro, les digo.

Rodrigo Rato fue todo, de casi todo, y le sobraba tiempo para seguir haciendo de todo. Casi nadie se enteraba, dicen ahora los que tienen la obligación y para eso les pagamos, de enterarse de todo. Un tipo gris de traje gris que se movía muy bien por los lugares grises. No sabemos si solo o en compañía de otros.

Mariano está cabreado, dicen. Los españoles no, pues estamos acostumbrados a esto y sobre todo a perdonar. -Rece una docena de avesmarías y por favor asegúreme que no lo volverá hacer en al menos cinco meses- dicen que le dijo su confesor natural. Rodrigo está muy cabreado también. Le ha molestado mucho que le tocaran la cabeza para entrar en el taxi y sin esposas para estar pocas horas retenido. Nunca detenido.

Aquí si robas unas gallinas para la pepitoria estás jodido por delincuente. Si atrapas los fajos de billetes que pasaban por allí te meten en el taxi sujetándote la cabeza no te vayas a golpear y pierdas la memoria. Pero creo que Rato venía desmemoriado de casa. Tranquilo Mariano que quedan 40 días para las municipales y sabemos perdonar. Buenos somos los españoles como para hacer caso a los alemanes extrañados. Que se hagan católicos y lo entenderán todo.