5.9.18

No existe una ciudad, sino mucha ciudades

Nunca hay una ciudad, es imposible, siempre hay varias ciudades dentro de una misma ciudad, pues la concentración de personas en una ciudad logran como elementos básico que esta se convierta en muchas ciudades. Esa pluralidad es gran parte del éxito de la ciudad como elemento social imprescindible. Todos podemos ver a nuestra ciudad como un ente distinto a como lo ven nuestros vecinos. Sus numerosas posibilidades hacen que tengamos que elegir unas sobre otras y que adaptemos nuestra ciudad a nuestra particular forma de ser, a nuestro personal uso.

Una duda de libro: ¿Nos adaptamos nosotros a nuestra ciudad o es nuestra ciudad la que se va adaptando poco a poco a como somos sus ciudadanos?

Una ciudad son emociones, ideas, retos, paisajes, barrios, cultura, ocio, diferentes horas y luces. Una ciudad puede ser vista de forma externa o interna. Hay personas que solo conocen la ciudad de la calle y de los edificios públicos. Otras en cambio están constantemente en edificios privados que ellos eligen para sus horas de ocio o cultura. Hay personas que casi no salen de sus barrios y otras están constantemente moviéndose entre todos ellos. Hay vecinos que solo están rodeados de cemento y techo siempre idéntico, mientras que en la misma ciudad otros vecinos están siempre rodeados de árboles o de rituales religiosos o comerciales que van cambiando.

La riqueza social de la ciudad es impresionante, aunque curiosamente muchos de sus vecinos no la conozcan y ni mucho menos la usen. Daría igual hablar de New York como ejemplo máximo y fácil o de Zaragoza como ciudad de tamaño medio. Los elementos son siempre los mismos, pero en más número. En New York o en Madrid hay un “centro” de ciudad y varios “centros” de barrios. Todos son interesantes y diferentes. En todos ellos suceden “cosas”. Todos quieren mejorar pues todos tienen problemas y soluciones. Todos tienen su personalidad.

Si eres de Zaragoza o de Soria, puedes perderte si así lo deseas por un barrio de New York o de Madrid con las mismas garantías de seguridad. Nadie notará que eres de Soria o de las Delicias. Excepto que tú hagas lo posible porque se note. Incluso si miras bien observarás que cada año las ciudades del mundo se parecen más entre ellas. Cambian los idiomas escritos, algún mobiliario urbano, pero poco más.

Eres ciudadano del mundo, porque eres ciudadano de ciudades. En las grandes ciudades nadie pregunta nada, todo funciona por sí mismo, todo está engrasado para funcionar. Hasta que alguien lo rompe, pero eso sucede en Soria, en Madrid, en Zaragoza o en New York. Mientras esto no suceda, eres uno más de la ciudad en la que te encuentres, sea esta la que sea.

La imagen de arriba es de un parque de una ciudad de Francia, pero podría ser Madrid, Sevilla, Berlín o Amberes. No hay gran diferencia en el diseño de las zonas verdes. Es Pau.