8.10.07

Los logros, como meta individual o de equipo

Los logros, ese intento por llegar a la perfección, es un tema complejo y que tiene diversas variables según culturas. Estamos desde hace unas décadas entrando de lleno en el sistema anglosajón del "logro" con todo lo que esto conlleva. Y no siempre lo entendemos bien.

No se trata ya de alcanzar los objetivos marcados, y podríamos hablar aquí de si son estos correctos, si son cortos o largos, si son excesivos o no. Pero en cambio sin olvidarnos de estas variables, nos centraremos en otra circunstancia más anglosajona que a veces nos destroza la empresa, sea esta la que sea. Empresa comercial, industrial, política. Relación familiar, educativa, política, productiva.

El sistema anglosajón no pone una medida a las cosas, la medida la pone el equipo.

Pensemos en el sistema que empleamos para entrar en nuestra Universidad. Una nota de corte que la dan los propios alumnos con el número de su presencia ante una convocatoria.

Si en la carrera de medicina el corte está en 8,35 quiere decir que si bien entran sólo los 150 mejores alumnos, el peor de los 150 de la lista tuvo una nota de 8,35 sobre un conjunto de materias generales. 

No hemos planteado en esas puntuaciones asuntos tan importantes para ser médico como la capacidad de relativizar, de empatizar con otras personas, de saber gestionar conflictos personales, de saber explicarse ante los problemas, capacidad de sacrificio y entrega, decisión de amor hacia la profesión de médico de personas, etc.

Es un sistema, pero también se podría hacer otro. Imaginemos que se hace una selección personal para detectar los 150 posibles mejores médicos con arreglo a cualidades humanas, los 150 mejores empáticos o los 150 mejores candidatos que son capaces de no llevarse a casa el estrés de su trabajo que es mucho. 

Deberían ser las anteriores unas cualidades superiores a haber tenido una buena nota en bachillerato sobre materias como matemáticas, informática, historia del arte, griego o filosofía. Estas últimas materias que son las que han servido para obtener plaza de estudiante de medicina, no van a tener la misma importancia cuando sean médico que las anteriores.

El sistema que empleamos está bien —¿no?—, pues ahora voy yo y digo que no, que es un error.

Imaginaros que nadie quiera ser médico, y que para llenar las 150 plazas se presenten menos estudiantes, y que por ello la nota de corte sea 5,05. No habremos cambiado el sistema, pero en cambio los resultados serán muy distintos, mucho mas bajos de calidad teórica por haberse presentado menos alumnos con deseo de estudiar Medicina.

Ahora traslademos esto a una empresa, a un partido político, a un análisis de grupo social determinado.

Si sólo nos basamos en el sistema expuesto, el de elegir a los que tienen mejores notas entre los que se presentan, el mejor para el puesto de una empresa puede ser alguien mediocre para las funcionen que realmente tiene que realizar, y cuando todo el funcionamiento de la selección de personal o de control de calidad se basa en elegir a los mejores por notas sin poner antes unos objetivos deseables, nos encontraremos con empresas mediocres o con objetivos absurdos.

No creo en los test, las pruebas psicotécnicas, las puntuaciones de corte, los CV mal analizados. En una Selección de Personal debe entrar mucho mas la psicología y la entrevista personal profunda.

Si necesitamos a una persona de nota teórico de 6, que no nos nuble la vista si encontramos a una de 9, porque nos podremos estar equivocando. ¿De verdad encajará bien siendo un 9, para un puesto de un 6?

Si buscamos un 6, cojamos un 6 y procuremos formarle luego para que crezca y tenga unos objetivos alcanzables, posibles, interesantes para él y para la empresa, pero no admitamos en el grupo a alguien superior a lo que en principio nos hemos planteado porque pueden surgir conflictos.

La excelencia es una meta, interesante sin duda, pero no creo que nadie se atreva a decir que sólo hay un camino para llegar a ella.


Incluso diría que la propia meta tiene diversas formas de ser vista, sin dejar de ser la misma. Los logros, la perfección, es siempre algo positivo, pero tiene que estar rodeada de decisiones y objetivos positivos.

Alcanzar la meta con sistemas guerreros, con equivocaciones de concepto, puede traer el principio de la caída.

Es mucho más fácil llegar que mantenerse.