7.1.10

El mercado de divisas, el dolar y la inflación


Las expectativas son importantes, enormemente importantes en economía. Determinan una previsión económica que apoyan o detraen a la misma recuperación económica.
Desde que cobran importancia en los análisis económicos existen variables relativamente destacables en los informes como el indicador de confianza del consumidor, confianza en la industria, sentimiento económico… que nos informan del lado más social de la economía, del más psicológico.

Además de las expectativas futuras, existen otros elementos sociológicos como la propia visión estructural, no futura, sino presente. Mientras que las expectativas nos informan sobre en que momento del tiempo es mejor actuar (invertir, comprar, vender, ahorrar…), la visión estructural nos informa de donde actuar (en que país invertir, bajo que moneda comprar…).

Mientras que al inicio de la crisis, donde los Estados Unidos se vieron muy deteriorados por el comienzo y la explosión de la burbuja, el dólar se depreció con respecto al euro, ahora está pasando todo lo contrario, aunque los cambios puedan parecer pequeños, las tendencias son claras, incluso en el mercado de futuros, el dólar tiende a subir y el euro a bajar.

A nivel del consumidor todavía no es verdaderamente importante, la globalización permite que la compra directa internacional se vaya ampliando, pero son las empresas las que deben preocuparse por este hecho. Ahora mismo, comprar en EEUU sale cada vez más caro.
Se debería incentivar por tanto el consumo interno, y los estadounidenses deberían aumentar sus importaciones con respecto a la zona euro, (que al contrario, se les abarata cada vez más).

Si bien hace poco, antes de la crisis, se discutía bajo que moneda iría China a intercambiar el petróleo, el debate no pasa de meros vaivenes especulativos. El hecho de que se aprecie el dólar hace que el precio del petróleo en Europa, bajo el euro, pueda subir más de lo normal.
Y el petróleo domina cualquier actividad económica y determina el nivel de inflación.

Pros: Si aumenta la inflación, pueden aumentar los tipos de interés sin que la iniciativa empresarial se vea muy afectada. Los ahorros pueden recibir mayores rentabilidades. Se fomenta la demanda interna y la recuperación económica.
Contras: Los efectos monetarios tienen pocos resultados positivos para los menos afortunados. La renta real cae, y bajo el contexto de recuperación económica, unido a unos planes económicos que van a empezar a desparecer en toda Europa, puede recrudecer el contexto en el que nos movamos.

El problema es que todo esto recae en lo que iniciaba el propio texto, las expectativas. De momento no hay un repunte en el precio del petróleo, y el dólar no ha subido el 10% que algunos vaticinan. Pero estas propias expectativas afianzan aun más el que el dólar tienda a subir, ya que como va a ser un “valor seguro” muchos se animaran en su compra-inversión.

Lo cierto es que una Europa cada vez más desunida no ayuda demasiado.