3.4.12

Participación ciudadana y comunicación política. Dos asignaturas pendientes

Hablaba ayer sobre comunicación política y sobre el futuro de los medios de comunicación tradicionales en comparación con los medios actuales, con sus ventajas e inconvenientes, hablaba de la diferencia entre lectores, clientes, sociedades, según unas avanzan o van buscando diferentes elementos que les sirvan para ser mejores. Y no encontraba camino abierto, luz que nos sirviera para encontrar la salida. Hay problemas, pero no parecemos darle importancia a la pedagogía necesaria para que crezca la participación de la sociedad. Que era precisamente el otro asunto final. Como lograr que aumente la participación ciudadana en todos los asuntos sociales o políticos que nos afectan a todos.

Escuece la participación sobre todo por entenderla mal, por desear en el fondo poder controlarla, domesticarla, que no se apodere de lo que realmente desean parte de las organizaciones políticas o sociales, que es contar con las personas como excusas para afianzar sus ideas y decisiones. 

No es fácil en política lograr abrirse paso efectivo en la participación, no lo es tampoco aumentar la calidad de la comunicación política, pero curiosamente todas las organizaciones alardean al menos de intentarlo y muy pocas reconocen de puertas afuera que no saben conseguirlo. Incluso no saben o no quieren poner en valor los intentos necesarios para avanzar.

Curiosamente es un trabajo pendiente desde la izquierda, sobre todo porque la derecha no lo necesita con la misma potencia y todo hay que decirlo, porque tiene más dinero para subcontratar sus intentos con los mejores profesionales.

La izquierda comete el gran error de creer que no lo necesita o incluso que es bastardo emplear herramientas de comunicación para llegar a su sociedad, pues piensa erróneamente que con decir SU verdad ya tiene que ser suficiente para ser escuchada y entendida. Se nos olvida que la comunicación buena es muy necesaria y que para que sea eficaz se necesita al menos una cierta dedicación, una profesionalidad y el uso de mecanismos estudiados, cuando no copiados si no se dispone de economías suficientes para contratar a los mejores. Mientras a la izquierda le de vergüenza por aprender a defender sus ideas desde los mismos sistemas que emplean los conservadores, estaremos en inferioridad de oportunidades para trasmitir. Si queremos meter goles tenemos que aprender a usar pelotas redondas y botas con tacos que se agarren a la hierba.