20.11.12

El gran susto de los Bancos por la reforma de la Ley Hipotecaria

Decimos que Mariano Rajoy no manda en España, pues nos gobiernan desde Alemania, pero ojo, también los sistemas de presión, los lobbies que se conocen muy poco y son españoles, también nos gobiernan presionando en los grandes despachos.

La banca —según se dice hoy— presionó para que la reforma de la Ley Hipotecaria no fuera posible, algo lógico si entendemos que ellos defienden sus intereses tramposos, pero es que hay detrás otra trampa añadida que le hizo inevitable al Gobierno tener que ceder. Para eso son amigos.
Los bancos españoles, muy listos y jugadores de laboratorio financiero como ninguno, empaquetaron las hipotecas concedidas a los españoles, y las vendieron como cédulas hipotecarias, algo que los inversores extranjeros compran con gusto por su alto grado de beneficio y seguridad (para ellos). Tu hipoteca hoy ya no la tiene el Banco Tal, sino un señor de Oregón o una empresa de Tokio, que la ha comprado (un poquito) empaquetada junto a otras.
Bankia, con más de 60.000 millones en circulación, seguida por Caixabank, con cerca de 40.000 millones, BBVA con 30.000 millones y el Banco Santander con otros 27.000 millones de euros encabezan este mercado desde España.
¿Qué es esto? ¿Qué representa?, pues en realidad el miedo. Los extranjeros (o no) que han comprado estas cédulas hipotecarias empaquetadas (igual que las stock option de EEUU) tienen preferencia para cobrar. Si al final no se pagan las hipotecas que sustentan estos paquetes, los inversores extranjeros SI cobran de los bancos que vendieron estos productos. Por lo tanto, a la deuda ya reconocida por todos los bancos habría que añadir —para hundirse del todo— estas cantidades empaquetadas y vendidas. ¿Qué como pueden pagar los bancos si al final fallan las hipotecas?, pues hay unas cláusulas muy duras, la más básica es quedarse con una parte del propio banco según el valor real de cada momento.
Por eso cualquier cambio en la ley que pudiera afectar a que estos paquetes sufrieran tensiones, es el nerviosismo brutal de los bancos y presionan hasta donde no se sabe. Estos paquetes rentan entre el 4,5% y el 6% a los inversores que los compran y es una manera añadida para que los bancos puedan seguir sobreviviendo tras un periodo de trampas, apaños, juegos de mano, desmesuras, descontroles y errores.