15.11.12

Once 11 puntos sobre el crecimiento futuro del desempleo en España

La realidad laboral en España es dramática pues el número de desempleados es de casi 6 millones de personas, sin tendencia incluso a la desaceleración en el crecimiento del paro. No se toman medidas para paliar este gran problema, pero todos debemos recapacitar si es posible revertir esta tendencia gravísima.

1/ Es imposible poder competir en un mercado laboral globalizado contra países en donde se pagan sueldos hora unas diez veces menos que en España. No hay medidas posibles —desde España— que logren revertir esta realidad. Esto lleva a la deslocalización primero de empresas pero ya hoy, simplemente de productos, de compras, de servicios incluso. No es necesario crear nuevas empresas en estos países —que también—, pues simplemente se subcontratan sus producciones.
2/ En España debemos crecer y mucho en añadir valor a lo que producimos y lograr que se venda mejor nuestro producto en mercados exteriores. Cuando desde dentro hay recesión grave —como es el momento actual—, es imposible pensar en el consumo interno como revulsivo. Pero el mercado exterior está siendo bombardeado por ofertas de multitud de mercados, más baratos que el productivo de España y además en muchos casos los mercados exteriores que podrían comprar también están en recesión.
3/ España tiene un exceso de oferta en mano de obra en relación a la demanda interior y exterior. Esto no va a revertir y debemos asumirlo. Y a la vez hay una formación baja en comparación a la media de nuestros vecinos. Es imposible en el corto plazo competir con servicios o productos de ato valor añadido. No existe un mercado empresarial que lo pueda ofrecer. No hay tampoco suficiente sociedad altamente preparada para poder surtir de I+D+i. O revertimos este problema creciendo en formación e investigación (algo que no se hace), o no podemos pensar en el medio plazo como una España en situación mejor.
4/ Los mejores valores de esta sociedad actual en España están escapando de nuestra realidad hacia otros países, incluso alentados desde los poderes públicos como solución de urgencia para bajar los números de desempleados. Algunos de ellos podrían volver en un escenario favorable que nadie garantiza, pero la inmensa mayoría formarán su familia y su futuro en otros países. Esto empobrece a España.
5/ A mitad de este siglo XXI (cuando no bastante antes) y con la crisis resuelta o asumida como situación base, la sociedad en España estará dividida laboralmente en tres grupos perfectamente clasificados. A- Un 40% con capacidad para tener trabajos fijos de alto valor y perfectamente remunerado. B- Un 40% de personas que tendrán trabajos eventuales, que irán perdiendo constantemente a la largo de su vida con grandes periodos de desempleo entre trabajos que irán cambiando de sector. C- Un 20% que nunca podrán trabajar en casi nada.
6/ El que estés en un grupo o en el otro dependerá de tu propia formación, de tu experiencia, de la suerte y de tu capacidad innata para sobrevivir y adaptarte.
7/ Los mayores de 50 años, los que no dominen un idioma (cuando no dos) añadidos al castellano, los que no estén licenciados o tengan una FP de Grado Superior con añadidos y en sectores en alza, los que entren en desempleo y no sean capaces de salir en pocos meses, los que no sean expertos en algo, los que no tengan capacidad para moverse de ciudades o países, incluso los que no sean simpáticos o no tengan suficiente empatía, gran autoestima, belleza interior y capacidad de comunicación. Todos estos grupos, lo tendrán muy complicado —cuando no imposible en algunos casos— para salir del Grupo C y poderse incorporar al Grupo B.
8/ Es inevitable tener que recurrir en el medio plazo a Sueldos Básicos, Rentas Básicas, Ayudas Públicas capaces de lograr que se consuma, etc. Esta parte es la más compleja de entender hoy. El sistema actual necesita a las personas para que produzcan, pero cuando esto ya no es posible en número —pues la tecnología logra que se produzca más con muchos menos—, como poco se necesitan estas personas para que consuman. Y ello solo es posible con añadidos básicos en sus rentas.
9/ Efectivamente la Renta Básica es imposible sin unos impuestos altos. O sin una reestructuración muy alta del sistema de movimiento del capital. Y también es cierto que la Renta Básica prima a quien no desea trabajar mientras penaliza a quien sí desea trabajar. Pero es que no habrá trabajo para todos. Debemos asumir que ya nunca más habrá trabajo para todos como personas numéricas. Hay que crear sistemas (complejo de entender, lo sé) que haga una selección y entre ellas está admitir que quien no quiera trabajar pero si consumir, en peores condiciones que quien trabaje de verdad, podrá acogerse a esa forma de vida de supervivencia.
10/ Seremos libres para elegir si trabajamos y cobramos por ello un buen sueldo pero penalizado con altos impuestos o si en cambio determinamos que no podemos trabajar, incluso que no queremos trabajar, y cobramos ayudas públicas como Renta Básica que nos convierte en personas de nivel económico bajo. Hace 100 años era imposible de entender que millones de personas en España trabajarían “gratis” en organizaciones de muy diverso tipo, ayudando al funcionamiento social. Que incluso esas personas en la gran mayoría de los casos son trabajadores que no cobran un exceso de sueldo o que incluso tienen dificultades para llegar a fin de mes. Hoy esto lo vemos como muy normal y participamos en este sistema con gran agrado.
11/ Caminamos en dirección contraria a otra posible solución, cuando se restan puestos de trabajo público (que es casi diferente a puestos de trabajo de funcionarios) pues destruimos puestos laborales que lanzamos al mercado laboral privado, sabiendo que será imposible de asumir por las empresas. Efectivamente mantener o incluso crecer en puestos de trabajo público está en contra de rebajar el déficit público —es decir la deuda que tenemos con otros países—, pero al destruir empleos dejamos de recaudar impuestos y además añadimos subsidios, ayudas a las personas, etc. La primera empresa que despide, no contrata, no sustituye, no crea empleo en España, es el propio Gobierno de España.