6.4.13

Cuidado con los escraches, pueden ser muy peligrosos

La sociedad está muy cabreada pero incurrir en los escraches como herramientas de queja me parece un grave error. Hay que presionar ante los desmanes, ante los errores, por los cambios de leyes que siempre joden a los mismos, pero toda queja tiene que disponer de un espacio en el tiempo y sobre todo en el espacio.
Los políticos tienen su responsabilidad pero también su vida privada. Podemos estar en contra de sus gestiones, de sus decisiones, pero toda crítica debe acabar donde empieza su vida privada. El límite acaba donde acaba su cargo y empieza su vida privada.
No es de recibo aprobar y aplaudir los sistemas de presión hacia las personas que llega hasta sus vidas privadas. Como no lo es comparar estas prácticas con el nazismo como ha realizado la diputada del PP Eva Durán, pues simplemente buscan equivocadamente unas reacciones. Los unos y los otros.
Contra toda acción siempre hay una reacción. Presionar hasta sus vidas privadas tendrá sus consecuencias como resistencias que hoy no podemos controlar. Y no me gusta llegar hasta esos extremos. Sé lo que están pensando los que se sientes presionados e incluso perseguidos y es caer en una tentación equivocada y en otro error añadido a la lista.
Es verdad que la situación social se está complicando sin aire de futuro, y es verdad que los pactos teóricos de no agresión se han roto unilateralmente por los que mandan, haciendo perder a los débiles los derechos adquiridos durante muchos años de gestiones y peleas. Pero hay que saber medir las consecuencias de toda acción. Se pueden convertir en una pelota que vuelve sin premio.