3.4.13

Secretismo contra la incapacidad para encontrar soluciones

Cuantas más Mareas, más grupos de presión en la calle, más manifestaciones por semana, más críticas a los políticos, más trabajos de denuncia de los medios de comunicación; menos luz sobre la realidad política, social o económica de España. 

Se informa menos y peor desde los que gestionan, se engaña y se calla, se trabaja más en secreto, la democracia se manipula, se respeta menos a la sociedad, a la gente de la calle.

Primero era Rajoy quien decidió no hablar nunca a los españoles en directo moderno. Ahora ya son los ministros y los jefecillos. La oposición nunca logró tener credibilidad y daba igual si hablaba o no. Ahora simplemente sonríen y critican sin aportar nada. En estas semanas salen más en los medios personas anónimas o poco conocidas. ¿Quién tomará el relevo de liderar la sociedad?, no se sabe pero se conocerá en cuanto surja. Lo veremos brillar entre tanta grisura. Otra cosa será si sus brillos son positivos o negativos para el futuro. Quien antes brille se llevará la muñeca gigante de la sociedad.
Contra cada acción siempre hay una reacción. En ambas direcciones. La sociedad ha reaccionado contra el momento actual en la política española. Y los señalados como responsables han reaccionado con el secretismo, el silencio, el escondite y la oscuridad. A partir de ahora que cada uno analice en qué vamos fallando con nuestras acciones.
Es imparable la situación, como lo son ambas reacciones. Las de la sociedad y las de los que se creen dirigentes políticos. Y como lo es señalar que una sociedad en la actual situación no tiene presente y menos todavía futuro. Podemos enquistarnos en las posiciones de secretismo y en la de birlar a la sociedad su mínima democracia funcional. Pero seguimos insistiendo. Contra cada acción, siempre, hay una reacción. Es una ley que no cambia en ninguna de las dos direcciones.