25.10.19

¿Quienes son los tramposos en España? ¿Es legal ser tramposo? Depende del asesor

La inevitable capacidad que tenemos todos de ser engañados con informaciones falsas es tremenda, pues quien quiere engañar tiene mecanismos superiores a los nuestros para defendernos. Por ejemplo los defraudadores disponen de los mejores asesores y abogados para trampear dentro de la legalidad. A partir de esos actos simplemente hay que mantenerse en las trampas, a costa muchas veces de crear en la sociedad una opinión que desvíe la atención.

Es ¿normal? y legal que un ciudadano español monté una empresa en otro país, a su nombre o a nombre de otros o con otros, y siempre con mayoría muy contundente de la misma. Y que a partir de esa empresa montada en otro país y de la que muchas veces no se crea con personas físicas sino con otras empresas instrumentales y jurídicas, se hagan negocios en España que es donde se saben hacer negocios y donde las leyes permiten ciertas prácticas, se compren pisos, terrenos, edificios, otras empresas, producciones agrarias o ganaderas, etc.

A partir de estos puntos las desviaciones de las ganancias están muy claras. Se diluyen responsabilidades para no pagar impuestos tanto de grandes patrimonios como de ganancias empresariales, IRPF, IVA o todo lo que podamos imaginar. La ingeniería fiscal la dominan los muy buenos asesores que ya no pueden coger a más clientes pues están saturados.

En España debemos modificar las leyes para evitarlo, una vez que lo tenemos perfectamente identificado. Pero hay miedo al tramposo pues seguimos creyendo que en un país con muy pocas empresas, con muy pocos emprendedores, ir a por el tramposo supone perder inversiones y muchas veces puestos de trabajo.

Estos meses hemos conocido el caso de una empresa de carne y embutidos en Andalucía donde con muy pocos trabajadores hacía una producción tremenda que repartía comercialmente por media España. No saltaron las alarmas. ¿Cómo es posible que con 4 trabajadores se haga una producción de ese volumen? Pues efectivamente parece ser (según se informa) que había otras empresas sin los controles debidos que fabricaban para la empresa matriz. Pero desde Sanidad o desde Hacienda esto no se había detectado.

Los tramposos no son los que nos dicen que son, sino los que saben estar escondidos. Y los que nos desvían la atención hacia temas menores para que ellas puedan seguir jugando con las leyes.