14.9.09

Medidas económicas

Hay un problema en esto de querer ser de izquierdas, y es que hay que pensar muy bien lo que vas a hacer porque el objetivo (el acercamiento a la igualdad de rentas) es más difícil de conseguir que el mero hecho de dejar al mercado a su aire.

En este caso, bajo mi humilde opinión, Zapatero se equivoca, y ahora es cuando más dudo (quizás algo tarde) de que entienda o se deje asesorar sobre temas de economía.

Las nuevas noticias son sobre la subida en la gasolina y la posible subida en dos puntos del IVA, gastos diarios y casi fijos que todos tenemos y tendremos. Y en realidad estas medidas por sí sólas van en contra del socialismo.

No sirve de nada dar 400 euros más al mes si luego se lo estás quitando por la gasolina y al comprar el pan. En primer lugar por que estás dando para luego quitárselo, en una simple ficción económica que hace aparecer virtualmente más dinero en la economía.
Esto quizás haga subir la inflación, pero siendo que ya habíamos pasado el grueso de la crisis y la deflación (aunque en riesgo, no hacia mucha mención de aparecer, quitando el petróleo), no creo que sea una medida realmente necesaria.

En segundo lugar, alguien podría aludir a que, si bien es una medida que da y quita dinero, y que en el computo global lo que se consigue es igualar las rentas, pero eso no es así.
Quizás en mundo teórico ideal, donde el más rico gastara más gasolina, entonces quizás si que podríamos decir que va haber cierto grado de igualación, pero dudo yo que los ricos gasten mucho más que los de salario medio, en transporte.
Al contrario, en economía, cualquier gasto que pueda denominarse fijo, es antisocialista.
Una persona que cobra 4.000 euros al mes y va al trabajo en coche va a pagar de más lo mismo que alguien que cobra sólo 1.000. La igualación se va a la mierda, y las medidas con este fin reducen su efecto.

Así que el único fin que buscamos ahora es el de estabilizar la inflación y reducir el gasto público, medidas 100% recomendables cuando salgamos realmente de la crisis, no ahora que, mal que nos pese, seguimos embutidos en ella. MPA