23.7.11

Contra el terrorismo, paciencia e inteligencia política

Es imposible acostumbrarse al terrorismo, pero lo tendremos que intentar aunque nos duelan las entrañas, pues es el tipo de guerra del siglo XXI. Los imbéciles violentos, los pueblos pobres y diferentes, las sociedades que utilizan la religión como arma violenta, van a emplear los golpes de mano cada vez más violentos, porque las tecnologías a las que adoramos como nuevas vírgenes les permiten ser mucho más atroces y con más facilidad de acción.
No hay remedio contra el fanatismo obsoleto, pues nuestros remedios siempre serán más modernos que sus odios.
Oslo es el ejemplo de que hay que tener sumo cuidado con las nuevas violencias de las extremas derechas que a veces son alimentadas por sociedades cabreadas contra la política. Alimentar a los monstruos supone admitir que se reproducirán, igual que todos los animales conocidos.