Que haya saltado Podemos del barco de Sumar era una situación previsible aunque siempre negada con vehemencia por los líderes implicados. Nadie lo quería, todos sabían que era inevitable. Y lo era por la suma de torpezas de todos los actores. Incluido SUMAR.
Siempre hemos abogado por una izquierda unida, y los que estamos dentro sabemos desde siempre que esto es imposible con los actuales líderes del PSOE hacia la izquierda. Parece una reflexión absurda, pero es cierta. No hay ganas de perder, ni aunque sea para ganar.
No hay una izquierda a la izquierda del PSOE, hay muchas. Como también hay muchos tipos de socialismos dentro del PSOE o muchas sensibilidades dentro del PP o de VOX. Pero mientras que en algunos casos, como hay mucho para repartir todos disimulan, cuando hay poca chicha todos se quejan.
Podemos nació tras el 15M, con un tiempo largo de dudas y reflexiones, y con unos líderes muy unidos que enseguida empezaron a flojear, posiblemente por las presiones tremendas de excesivos grupos de presión ajenos a Podemos. No fue sencillo crecer, pero lo consiguieron hasta espacios que no era sencillo de imaginar.
Y ahora todo salta por los aires otra vez más. No hay una IU válida, tampoco Podemos podrá levantar el vuelo si no es capaz de reunificarse, no está del todo construido SUMAR y nace ya estigmatizado y con heridas en sus líderes, marcado también de incapacidad para unir.
¿Y ahora? Pues otra cena con champán del bueno para las derechas españolas.
Ajovín
