30.12.08

Israel y Palestina deben importar y mucho a Europa.

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Yo de joven tarde varios años en entender el problema palestino, en poder diferenciar todas las variables de unos años 60 en donde la información era escasa y muy lineal, pues las relaciones con los judíos eran inexistentes.
Aun hoy sigo teniendo mis serias dudas cada vez que el problema territorial de la zona, salta a los medios lleno de sangre.
El problema palestino se había clarificado a través de la autoridad palestina de la OLP, y se ha complicado brutalmente tras el fallecimiento de Arafat y el resurgimiento de Hamas y Fatal como fuerzas incompatibles.
En todos estos años la constante de la sangre y la violencia ha llenado los noticieros del mundo, y con ellos las mentalidades de los niños que sobrevivían a las matanzas.
Aquellos niños de los años 70 tienen ahora 40 años e hijos a los que enseñar la verdadera historia de pobreza y abandono de su nación. El dolor y el odio se contagia, y Europa continua mirando de reojo sin categoría política para tomar partido claro por la paz. Simplemente por la paz.
Se han hecho algunos intentos, se ha intentado la paz que siempre se ha roto en pocos años a lo sumo, pero nunca se han conformado decisiones que afectaran a Israel.
Curiosamente, nunca en los procesos de paz, ha salido perdiendo Israel más de lo que haya conquistado antes por la fuerza (Creo).
Como se puede ver en el mapa de la zona, todo el barullo de fronteras en muy proclive a crear conflictos eternos. Junto a países enormes y pobres coexisten países pequeños y ricos, zonas muy pobladas con desiertos, pueblos occidentales con territorios sin agua, petróleo con pobreza, democracia junto a tiranismo, terrorismo junto a países nucleares.
Es imposible que se alcance la paz si además ponemos cerillas con barras y estrellas en la caja. Europa debe hablar claro y fuerte, porque somos vecinos, porque nos importa mucho lo que allí está sucediendo, porque la historia se va escribiendo en el día a día.