19.6.13

Vamos perdiendo esta guerra. Pero al menos nos damos cuenta

A estas alturas de la guerra económica creo que ya no se puede decir nada nuevo. Que tenemos la suerte histórica de asistir a un nuevo sistema de subyugar a los países, de cambiar sus destinos, sin emplear armas masivas de muerte, sino con el empobrecimiento programado. Es una suerte que nos va a servir de muy poco que no sea el entretenimiento social y el ser protagonistas de este momento histórico.

Hoy ha sido el FMI con nuevas recetas, da igual el organismo, el momento o el mensaje, lo único claro es que ha sido simplemente otro bombardeo de puñetazos encima de la mesa.

Lo curioso es que en todo tipo de guerras los ciudadanos se sientes agrupados junto a sus dirigentes, banderas, patrias, ejércitos. En este caso no es así lo cual es también otra suerte, pues supone que inclusos los que tienen que gestionar la derrota o la victoria saben que detrás no tienen a un ejército social que aplaudirá con las orejas sino a una sociedad crítica que hace de contrapeso.

Y precisamente ese contrapeso social es el que marca el potencial de los ejércitos en lucha entre países.
Quien tenga más ejército social cabreado y a punto de romper la cuerda de la paz social logrará mejores objetivos, pues en este tipo de nuevas guerras de lo que se trata es de crear criados y esclavos a millones, pero sin que se cabreen tanto que puedan convertirse en guerrilleros.

Europa se va a dividir en dos. Una Europa rica que sea capaz de crear una producción de alta calidad y valor añadido, inteligente, capaz y consumista. Una Europa productiva, obrera barata, esclava de los servicios, sin poder de decisión, pillada de los huevos.

España venderá sol y camareros, trasferirá médicos a los centros europeos de producción e investigación, venderemos piezas rápidas y urgentes bien controladas y bolsas de basura. Poco más. Seremos el medio camino entre China (de momento) o África en el futuro y la Europa rica que junto a los EEUU y los que logren sumarse al carro, dominarán, gestionarán y consumirán alta gama.

Vamos perdiendo la guerra, y sobre todo demostramos pocas pilas alcalinas para plantar cara. Al menos nos estamos dando cuenta del momento histórico.