27.10.09

La sociedad funciona a impulsos de personas concretas

Alguna otra vez ya lo he apuntado, pero me sigue dando la sensación de que funcionamos a impulsos personales de gente que se compromete y decide abrir caminos, empujar puertas, exponerse a que le rocen la cara.
No funcionamos tanto como sociedad organizada como por impulsos de personas concretas que en un momento deciden tirar del carro y con sus ideas cambiar parcelas de la sociedad que el rodea.
Es una forma, es sobre todo el camino de que surgan pequeños líderes que pueden tener capacidad de crecer. Pero es también una forma de perder el efecto de la organziación, de la unión de ideas, para conseguir un objetivo mayor.
Ayer mismo una persona me propuso una excelente idea para revitalizar un distrito de mi ciudad. Incluso tras la idea se mostraba a las personas que SI querían poner en marcha el proyecto, que esto es lo más complicado de encontrar.
Pero es un trabajo dentro de un desierto, muy complicado de hilvanar con otras iniciativas parecidas pero propuestas desde otro grupo de parsonas. No somos organizativos ni tenemos capacidad de colaborar, si acaso de ayudar, que es bien distinto.
Su propuesta ha sido tomado muy en cuanta y se están dado ya los pasos para intentar levantarla, pero sé que es muy complicado pues el desaliento cuando observas zancadillas en los caminos vendrá y podrá tumbar las buenas ganas.
Nos movemos, insisto, a golpe de personas y no con capacidad de estar abiertos a colaborar entre todos. SEguimos siendo muy individualistas, incluso cuando tenemos excelentes ideas.