26.7.10

Ser pasivo está de moda. Nos han convencido para no ser nada.

Fin de semana casi sin fútbol, con un Contador que gana el Tour, un Lorenzo más líder todavía, un Alonso que gana en Alemania y un Guti que abandona el Real Madrid.
Son los titulares de la prensa de hoy lunes. Deporte y más deporte. Es como si no existiera nada más. Pero deporte del de ver, deporte espectáculo, no es deporte del que sirve para mejorar la salud, para sentirnos mejores, para disfrutar participando.
Es posible que en esta España de hoy existan noticias diferentes a estas, pero parecen no interesar. Nos han convertido con nuestra aprobación en seres pasivos, visionadores de lo que hacen los otros, en personas sentadas en espera de que suceda algo. Así la tragedia de Alemania la observamos con atención y los medios nos explican todas las demás tragedias de la historia para convencernos de lo bien que estamos en casa sin movernos. Grises, pasivos, consumidores necesarios, objetos manipulables en espera de que una nueva historia nos entretenga. Da igual si es el embarazo de una famosa, los cuernos del esposo camarero de una colaboradora o la bronca de una cantante pasada de moda. El caso es sentirnos partícipes de la vida de los demás como simples espectadores a los que se nos da todo hecho.
Es impresionante que un ciclista gane, pero nada es comparable a salir en bicicleta de casa a dar un paseo por el parque de tu barrio. Es maravilloso que España gane al fútbol, pero más lo es jugar un partidillo con tus hijos o tus nietos, reírte y soñar con ellos, dejarte meter goles o terminar derrotado de cansancio. O nos rebelamos contra la pasividad o terminaremos en seres sin piernas para movernos, de hecho ya somos una sociedad que en conjunto ya piensa menos que hace unas décadas.