8.9.11

Informe de la ONU sobre la crisis y la recesión económica

Un informe que está siendo muy comentado en distintos foros de economías, es el que ha dedicado la ONU al tema de la posible nueva recesión que se nos viene encima. Lo podéis descargar completo o, simplemente, leer el resumen que aquí dejo. 

Lo cierto es que la ONU se suma a las cada vez más numerosas voces que se hacen eco de que la austeridad ha sido un mal camino a tomar desde 2010, algo tarde en mi opinión, teniendo en cuenta que la economía más básica lo predecía desde hace tiempo.

Aquí los puntos básicos del informe de la ONU:
  • A principios de la crisis el G-20 se reunió y llevó a cabo un acuerdo de acometer políticas de estímulo a nivel global que nos alejara de caer en una recesión mucho peor. Se consiguió, pero se abandonaron rápidamente esas políticas y a mediados de 2010 los efectos ya habían desaparecido. En vez de ahondar más en las políticas de expansión, se tomó el camino contrario, elevando la máxima política en la búsqueda y persecución de la austeridad pública, ahondando aun más en el estancamiento de la demanda interna.
  • El resto de acuerdos del G-20, que se dedicaban a la integración no solo de políticas comunes, sino de una mayor integración financiera y un mayor control del movimiento de capitales, no se han llevado a buen puerto, y parecen haberse olvidado de la guía de ruta que en su día parecía indispensable.
  • Por su parte, el resto de países en vías de desarrollo han descubierto y (aprendiendo de los errores del pasado) que la mejor vía para un crecimiento saludable es la potenciación de la demanda interna y no tanto de la dependencia exterior vía exportaciones. En China, el motor de crecimiento del comercio exterior empieza a perder fuerza frente al comercio y la inversión internas, mientras en Europa, justo al revés, se sigue persiguiendo únicamente la búsqueda de una competitividad que mejore su capacidad exportadora.
  • La tendencia a la baja de los salarios y rentas medias comprometen la recuperación económica a medio plazo. Recortes, ajustes fiscales o una búsqueda bruta de la competitividad vía salarios puede ser más perjudicial que positivo. Aboga por la fijación de los salarios por la productividad, para que no se produzcan brechas entre oferta y demanda.
  • Los partidarios de la austeridad y el ajuste fiscal siguen pensado que el crecimiento viene derivado de la confianza en los mercados financieros, que son justamente los que originaron la crisis, gracias a la irresponsabilidad de agentes privados y las conocidas agencias de calificación crediticia.
  • La deuda pública aumentó abruptamente no a causa de políticas imprudentes o “despilfarradoras”, sino por los estabilizadores automáticos y por la conversión de deuda privada en pública gracias al rescate bancario.
  • Mientras los países desarrollados basaron las políticas de estimulo en un 40% en recortes impositivos, en los países en desarrollo se apostó más por el gasto público, además de que el estímulo fue mayor.
  • No se puede tratar a las finanzas nacionales como un hogar o una empresa. Porque reducciones en el gasto provocan más adelante reducciones en los ingresos, al recrudecerse la actividad económica.
  • En el pasado, el ajuste fiscal se ha demostrado altamente ineficiente. Tras políticas de austeridad, Indonesia esperaba un crecimiento del 5%, se topó con una caída del 13%. Tailandia previó un aumento del 3,5%, se contrajo un 10,5%.
  • Las políticas más eficaces son: gasto en infraestructuras, transferencias sociales o subsidios específicos para inversores privados, más gasto social para los más desfavorecidos, reducciones de impuestos sobre ventas o del IVA, así como del IRPF en sus tramos más bajos.
  • El aumento de la deuda pública de los países debe tomarse en cuenta y preocuparnos para tomar las medidas de estímulo más eficientes, sin embargo no podemos olvidar que la mejor forma de actuar contra la crisis es actuar contra aquello que la ha ocasionado, que en este caso no es la deuda pública.
  • Los mercados financieros no actúan como el resto de mercados de bienes y servicios pues no procuran la producción de nuevos activos y mejoras productivas que aumenten los beneficios a lo largo del tiempo, sino que se basan en el aprovechamiento de información imperfecta y la especulación sobre los activos ya existentes. El movimiento es gregario, por lo que no hay racionalidad sobre la realidad económica. Es indispensable regular estos mercados.
  • El aumento de la especulación en los mercados de productos primarios es un ejemplo más de la facilidad con la que se generan burbujas gracias a movimientos basados en pseudoseñales y en tendencias más que en variables fundamentales, capaces de afectar a variables tan básicas como los precios de la alimentación.
  • La economía mundial se enfrenta a otros retos como la eliminación de la pobreza, o la transición a un patrón de consumo y producción más respetuoso con el medio ambiente. El propósito de los gobiernos de todo el mundo debería ser crear el entorno de una macroeconomía estable a medio y largo plazo, para lo cual es indispensable que se sigan impulsando los programas de reformas.
Y hasta aquí lo más reseñable. El documento de la ONU tiene más apartados donde habla de precios u temas menos interesantes que hubieran alargado innecesariamente el resumen que os dejo, ya de por si algo largo. Creo que es una buena fotografía del momento en el que estamos y, sobre todo, el cómo hemos llegado. Ahora hace falta actuar. Veremos que presenta ahora Barak Obama .