14.9.11

Donde poner el límite a la hora de retocar una imagen en el ordenador

A veces nos preguntamos hasta donde debemos, podemos, retocar una imagen en el ordenador. Es posible que todavía tengamos en mente aquella ley no escrita de los fotógrafos artísticos de hace unos años, en donde ni encuadrar se podía a la hora de positivar en papel lo que ya habíamos encuadrado en el negativo. No debíamos recortar ni enderezar lo que habíamos tomado con la cámara fotográfica.
Hoy con los programas de retoque de imágenes las cosas son tremendamente distintas. Todo se puede hacer, ¿hasta donde?
Sin duda hay un límite claro, un límite lógico. Podemos retocar luz y sombras, color y temperatura. Podemos añadir o restar detalle, desenfocar por zonas seleccionando lo que deseemos retocar. Podemos agrupar distintas imágenes en una sola por capas, con máscaras o fusionando de diferentes maneras todo lo que hayamos ido añadiendo a la imagen primera.
Pero hay un límite claro y que nunca debemos traspasar.


El retoque NUNCA se debe notar, excepto que precisamente lo que deseemos es que se note el retoque por algún motivo decidido. Podemos retocar hasta el punto en el que quien vea la imagen se de cuenta de que hemos retocado la imagen. Si se nota el retoque, es que nos hemos pasado. Así de sencillo y claro. Aunque es imposible decir donde cada uno podemos colocar el límite de lo que nos parece más o menos natural.