21.4.20

No perdáis el tiempo espiándome. Soy de los normales

Yo hace varios años que sé y lo tengo comprobado, que se me espía desde países curiosos, desde ordenadores extraños, en todo lo que escribo, mucho más en blog donde hablo de sociedad y muy poco en los que hablo de Arte. 

Lo admito, lo asumo, sé que esto varía según épocas, que hay días que me llegan más de mil visitas desde un lugar curioso y que es una revisión clara de todas mis entradas para ver qué escribo. 

Pero entre eso y que te lo hagan en estos momentos desde tu propio país, con ganicas de ver si estás criticando al Gobierno, pues no sé… va un largo camino. 

Yo creía que aquellos tiempos de la Transición ya se habían pasado, y que en aquellos años cuando nos veíamos con algunos policías en la calle en las tardes de manifestación, nos saludábamos para que si fuera el caso, las hostias fuesen menos fuertes, y poco más. Pero ahora mira… yo creía que ya no estábamos en esa pantalla del juego democrático.

No es lo mismo que un humorista te diga que te estamos vigilando, a que te lo diga un General vestido de General. 

Y eso es curioso que no lo entienda un Gobierno de izquierdas. 

Sin duda en mi propio partido político la parte de la Comunicación ha sido siempre un pequeño problema que sabemos complejo de gestionar, pero ahora es cuando mejor lo estoy viendo, con los errores de preescolar en Comunicación Política ante la Crisis. 

Y lo curioso es que hay libros escritos al respecto. ¡¡Joder, leerlos!!

Como curioso es que ahora se estén planteando que hablar muchas veces y mucho tiempo para no decir nada es CONTRAPRODUCENTE como ya decía hace varias semanas ese señor muy mayor, casi como yo, que se llama Felipe González

Comunicar es saber transmitir, pero sobre todo TENER algo importante que transmitir.

Pues eso…, que saludo desde esta página a los que me espían, que no se preocupen mucho pues yo intento ser “normal” en mis críticas y que no pierdan mucho el tiempo conmigo, que ya me espían desde Ucrania y desde Israel y que con eso, pues no sé… igual es suficiente.

Julio Puente Mateo (ajovín)