28.10.08

Casi nada vale lo que creíamos. El precio no es lo mismo que el valor.

El precio no es lo mismo que el valor, y en estos últimos años hemos asistido a un mareante juego de inflacción de los valores materiales y una deflación total de los valores inmateriales.
Era inevitable darse un tozolón inmenso.
Durante años, listos de brocha fácil cogían un cuadro de dos por dos metros, le añadían medio cubo de acrílico desde una cierta altura, eso si con cierto sentido del gusto gráfico para que quedara al menos agradable a la vista, y eso que no siempre lo conseguían y decían que aquello valía medio millón.
Y como eso casi todo lo que se pagaba con billetes excepto el trabajo.
Mal íbamos y muy mal acabaremos si no aprendemos.
Un cuadro es para colgar en la pared. Punto. Y lo digo yo que soy pintor y sé lo que cuesta ser profesional. Si, es también una inversión, pero como lo podía ser el macramé y no han decidido que así sea.
Creo que de esta crisis saldrán cambios importantes en nuestra visión de la sociedad, de sus trampas y de sus éxitos, del valor del dinero y de otras parcelas muy importantes de la vida.
Si no es así, ¡jodidos vamos!