10.12.14

Todos somos responsables de todo. También yo

Si hacemos un repaso de los diferentes problemas que tenemos en este momento, sean en Europa o en el mundo global, vemos que estamos ante un momento de la historia complejo y delicado, que si bien gran parte de estos problemas no son nuevos, otros si y sobre todo son asuntos que se han juntado todos a la vez, sin soluciones aparentes y en constente crecimiento disimulado.

Desempleo.
Desigualdad social en aumentos.
Crisis energética.
Cambio climático.
Hambruna en el mundo.
Consumismo absurdo y programado.
Guerras terroristas no declaradas.
Crisis de valores sociales y familiares,
Crisis de la propia democracia.
Uso de la economía como laboratorio de beneficios.
Globalización sin aportar beneficio social.
Crisis económica que afecta a las clases medias y pobres.
Sanidad muy mal repartida entre las personas.
Educación con menos calidad que hace unos años.
Juventud sin futuro de independencia vital.
Crisis del modelo capitalista.

Se nos insiste que por los caminos que hemos tomado vamos al caos y al hundimiento social, pero se nos obliga a pensar que no seremos capaces de exigirnos y de repensar que las personas sí somos capaces de tomar decisiones y de cambiar lo que parece predestinado a suceder. Somos actores que debemos poder dominar las consecuencias de los desastres, si no los hemos convertido en inevitables.

La sociedad mundial, la europea o la española, caminará a ese desastre que nos avisan, sólo si no somos capaces de tomar las decisiones de sentido común y las que ya sabemos que hay que tomar pues los análisis previos ya los hemos realizado. Solo si nos empeñamos a no querer ver, y a que las ideologías y beneficios personales primen sobre todos los demás, nos hundiremos. Pero para eso lo primero es admitir que todos somos responsables de todo.