29.12.09

El fenómeno manipulable llamado Belén Esteban

Entre las muchas formas de manipulación posible, está la más eficaz que es la que menos se debe notar. Contra más sutil es una manipulación, más efectiva es.
Determinada parte de la sociedad está deseando saltarse las normas e incluso las normalidades, pero sentada y esperando desde su sofá.
Por eso cuando surge una voz que discrepa desde la popularidad y la demagogia (incluso sin saberlo la persona presuntamente responsable), obtienen de premio el aplauso de quienes ven en ella tanto la posibilidad de que se juegue a joder como la de decir las verdades que los espectadores nunca podrían decir pero que están deseando soltar por su boca.
Se juega con la posibilidad de manipular primero a la interesada y luego a quienes la escuchan.
El éxito total es cuando la protagonista se cree libre, tanto de decidir sobre su discurso como de dosificarlo y responsable total del éxito obtenido.
Todo es falso, está manipulada por hilos inteligentes que dan mucha audiencia y además movida hacia los campos que en cada momento interesa.
Ingredientes peligrosísimos si por ejemplo mediara la política, que alguna intervención sí ha tenido.
El otro día destrozó a Jaime Peñafiel con el insulto directo, pero la gente le pedía más y a ser posible a Zapatero primero, a Rajoy después y en línea directa y sin descanso, a todos los que tienen poder o responsabilidad en alguna materia sobre la que hoy hay problemas.
Belén Esteban explotará cuando quieran las audiencias. Para mal o para peor.
Es un muñeco en manos de unos empresarios que juegan a ganar dinero, y lo curioso es que ella misma se siente libre, artículo primero para tener éxito en la manipulación.
Ya decía un humorista que la mejor forma de criar cerdos es darles un poco de libertad.
Con discursos simplistas pero efectivos, manipulados desde una mesa de despacho, se pueden obtener unos resultados de laboratorio político, bastardos. Es el germen de ideas incluso peligrosas, ya practicadas en décadas pasadas. Mucho ojo pues con las manipulaciones, cuando existe popularidad.
Sin duda no es este caso, pues no hay nada de poso detrás de este personaje, pero los experimentos, a ser posible, con gaseosa. Y la televisión es una efectiva herramienta para manipular.