11.9.12

Sobre la entrevista a Mariano Rajoy de esta noche

Las entrevistas en televisión no son obligatorias. Son importantes, son imprescindibles para trasmitir y comunicar, son beneficiosas para quien las hace bien. Pero no son obligatorias.
Cuando no se tiene nada que comunicar, cuando no se desea responder a las preguntas, cuando se intenta salir por la puerta de acceso a la nada, cuando no se está seguro de sí mismo, lo mejor es no acudir a una entrevista de televisión.
Se empieza nervioso y se nota. Se sigue sin responder a nada que suene a economía para no meter la pata y se nota. Se trabaja bien los asuntos políticos básicos pues son muchos años de escuela y se sabe bien la lección de Galicia y el País Vaso, solo faltaría. Pero poco más. No he leído ning Pero espero mañana conocer dos cosas.e salir mediatizado a la hora del papel en blanco.ndo se intenta salir por la puerta de acún comentario a la entrevista, prefiero equivocarme que salir mediatizado a la hora del papel en blanco. Pero espero mañana conocer dos cosas.
Una: es los espectadores que vieron la entrevista de Mariano Rajoy en La Primera.
Dos: saber qué opinan en los medios que le entrevistaron, sobre las respuestas obtenidas.
No me ha gustado el planteamiento periodístico, no creo en las mesas de cinco contra uno que en realidad eran seis contra uno. Creo que es un error y que lo lógico hubieran sido dos o tres periodistas (lo mejor creo que uno solo) de la propia cadena de televisión. Pero la fórmula empleado ha salido mal por varios motivos, todos ajenos a los protagonistas. Aquí Rajoy no tenía nada que hacer mejor, que escurrirse de las preguntas a veces repetitivas que cada medio deseaba hacer a quien habla muy poco.
No muy bien realizado, con una fotografía pobre poco ayudada por una iluminación poco intimista y una mezcla de periodistas excesivamente pegados los unos a los otros, que no trasmitía modernidad ni calidad de escena. Para otra vez saldrá mejor, si es que la hay-