A veces leer algunas noticias te mueven las tripas y como ya sabemos que son movimientos provisionales, uno se sujeta y punto. Ayer leía un estudio sociológico sobre el motivo del ascenso de VOX en Andalucía como primer test de esa derecha vieja que viene. Tranquilos, que tampoco es nada nuevo.
Resulta que un 10-15% de los posibles votantes de VOX lo han sido casi siempre de la izquierda. Primer detalle que podría ser superior. Y que la inmensa mayoría de estos votantes son hombres que añoran viejos tiempos cuando los macho alfa dominaban las selvas. Y que no les gusta ni los inmigrantes de otras manadas ni las mujeres que gritan por sus derechos. Jopetas. Vuelve el macho cabrío de la manada.
Es decir, volvemos a la Edad del Bronce, lo cual es una cosa que agradecerán los bosques, y poco más. Eso sí, prehistoria pero con móviles de los de colorines. Que tampoco hay que ser idiotas.
A mi el vídeo de VOX para Andalucía, montados a caballos como señoritos de postín me gustó un huevo. Me dije: —Mira, por fin se destapan y los vemos de verdad. Así se darán cuenta los andaluces que son los de siempre, y no les votarán.
Pero creo que es posible que me equivocara. Hay muchos integrantes de las manadas que admiran a los machos alfa que van a caballo marcando paquete. Se conforman con pensar que sus mejores años eran los de aquella infancia donde papá Padre te ordenaba y te cuidaba como inválido. Seguir siendo un niño de pecho es muy cómodo.
