27.5.23

El alcoholismo también destroza la libertad de los poderosos

Ayer vi la película casi viejuna pues es del año 2012: “El Vuelo” o  “Flight” de Robert Zemeckis, donde se muestra con crudeza el problema del alcoholismo y la drogadicción en un piloto de avión que representa un Denzel Washington excelente y por el que recibió en su momento la nominación al Oscar por su interpretación.

Los alcohólicos, a veces también dominados por alguna droga, rara vez asumen sus problemas, siempre están convencidos de que dominan las situaciones y de que pueden dejar el vicio convertido en enfermedad, cuando ellos quieren. 

No están atrapados por el vicio sino por ellos mismos, que tras perder la libertad creen que siguen poseyendo el don del control.

Unido este drama a la disyuntiva de seguir mintiendo, de continuar mintiéndose y sobre todo de tener que culpar a otra persona para defender sus mentiras, refleja perfectamente el mundo de la persona poseída por sus dolores mentales, sus derrotas, su pérdida de respeto personal y hacia todo lo que les rodea en la vida.

Una película muy recomendable para todos, pero sobre todo pensando en las familias de alcohólicos, para ellos mismos y para los que juegan con las drogas pensando que como son personas de importancia, inteligentes y poderosos, pueden controlar todo lo que ellos se proponen, incluido su propio problema.