3.6.20

La educación más al aire libre ¿será el futuro?

Se está proponiendo que la escuela vuelva en parte a la calle, al aire libre, a parques, plazas, espacios abiertos, recreos adaptados a los nuevos tiempos. Y siendo una buena idea para estos tiempos de pandemia, de riesgo por la salud, lo debería ser para todos los tiempos futuros. 

Hay edades mejores, sin duda, pero en la mayoría de ellas hay ventajas por estar MÁS tiempo al aire libre, sobre todo en un país como en España donde muchos días del curso escolar permite estar en la calle, admitiendo siempre que los niños son capaces de soportar temperaturas diferentes a las de “entre 23 y 24 grados”.

Pero para ello los arquitectos y diseñadores de espacios educativos tendrían que haberse puesto a pensar hace muchos años. Por ejemplo edificando los colegios cerca de parques o de amplias zonas verdes. 

Por ejemplo creando en las zonas de recreo algo mucho menos gris, duro y acementado como campos de deporte en cambio de zonas de tierra con árboles y arbustos.

En los primeros años 60 en Zaragoza, hace 60 años pues, en el colegio de los Maristas llevaba a los alumnos a la zona actual del Parque Tío Jorge, una zona llena de grandes árboles casi salvajes, con zonas limpias para practicar deporte sobre tierra y mucha naturaleza y verde. Hoy eso es (casi) impensable. Algo ilógico.

La transmisión del virus decrece notablemente en el exterior (dicen que unas 20 veces menos), estar en contacto con la naturaleza y con el aire libre es positivo, incluso aunque haga frío, llueva o haga calor. 

¿O preferimos tener a nuestros hijos en una burbuja, cuando venimos de siglos de estar siempre en la calle?

Y al aire libre se pueden dar clases teóricas de todo. Incluidas las matemáticas si sabemos tener las infraestructuras adecuadas. Y es mucho más fácil la experimentación, la interacción entre espacios, la experiencia directa con elementos. 

¿Todos los niños saben bien cómo suena la lluvia y que estos sonidos son diferentes según tipo de lluvia?

Pero si nos creemos que esto es novedoso…, volvemos a equivocarnos. En España llevan un siglo al menos con éxitos tan notables que no merece recordar. En Madrid o en Cataluña hay varios ejemplos, pero en toda Europa hay más.

El tiempo atmosférico se sabe que no es ningún obstáculo, simplemente hay que adaptarse con vestimenta, con infraestructura y diseño, con organización horaria, con agilidad en la diversificación de las materias. Y si hay duda, preguntar, que se llevan muchos años con estas propuestas y nosotros en España preferimos el interior y el cemento. Es curioso.