7.7.08

Nuestro nuevo dios, Rajoy.

Lo cierto es que nunca pensé que viviría para ver a una persona magnificarse tanto que pudiera llegar a la escala de Dios. Es la única explicación que le veo a que Rajoy crea que tiene el poder de la omnipotencia y omnipresencia.
No en vano critica a Zapatero por intentar hablar de laicidad (que atrocidad), de aborto (que barbarie), de eutanasia… y lo critica, por que no es lo que quieren los españoles. Porque no es de lo que hablan los españoles en la calle.

Es de suponer, que Rajoy ha recorrido todas las calles de España y sabe todas la inquietudes de las personas que habitan el país. O eso, o es un egocéntrico con complejo de papagayo.
Pero tranquilos, no soy tan tonto como para entrar a faltar al problema erróneo, ya que es el absurdo marqueting político (tan renovado y tan arcaico que se deben estar haciendo la picha un lío dentro del partido) el único causante de la política que tenemos.

La eterna y omnipresente (esta si que lo es) hipocresía vuelve a invadir las mentes de aquellos que quieren, pero se ve que no pueden. Es el caso de su nueva política frente a la crisis de Rajoy que se centra única y exclusivamente en una faceta de la realidad.
Llamar crisis a la crisis.
Como esos niños pequeños que van poniendo nombre a las cosas, y los repiten para memorizarlos. “ca-ra-me-lo, eso es un ca-ra-me-lo” “to-bo-gán”. Pues lo mismo pasa con la crisis. De hecho, pasan más tiempo criticando el no llamarlo crisis que las propuestas que otros partidos hayan podido proponer (buenas o malas, eso va aparte). Uno niega el nombre y el otro se afana en que se diga.

El segundo y punto final de las nuevas propuestas frente a la crisis del partido de la oposición, es el decir, que la crisis es crisis por que la gente la llama crisis.
Su único modus operando (quizás eso sea muy sofisticado para su estrategia de desgaste, pero es mas bonito), es empalagarse la boca con la palabra crisis (y mira que es difícil, que la c y la r no ayudan mucho).
El silencio es un ejemplo de una de las mayores irresponsabilidades políticas y económicas. Es como si un niño (¿alguien sabe algún Dios con forma de niño?, son demasiadas coincidencias) intentara explicar a un padre como solucionar algún problema, simplemente gritando histérico.
Una de las reglas con mayor importancia en la economía es el efecto social del miedo.

Para rematar, nuestro "niño dios" quiere parar España, y quiere culpar a Zapatero de que no permita la instantaneidad social. No hay otra explicación.
Toda política que no sea crisis es una “cortina de humo” según sus palabras.
Claro. De hecho, es mucho mejor realizar unas propuestas económicas y dejar de lado la política. Ya pueden cerrar el congreso, ya se pueden ir todos de vacaciones (a ver si va a ser eso lo que quieren).
Nadie le ha dicho que mientras la situación económica se desarrolla (a peor, mejor o al estancamiento), se puede seguir debatiendo de otros temas.
¿Que le pasa al Partido Popular?, ¿Acaso no puede tener más de una critica en mente?

Para finalizar, y remarcando la hipocresía (quizás el único insulto políticamente correcto, perdónenme si lo uso en demasía), podemos dar la vuelta a la visión del "niño dios". Hablar de otros temas no es mejorar España ni generar debates políticos que ayuden al progreso social sino una cortina de humo, y eso es tan cierto como que repetir crisis como un papagayo no es una cortina de humo frente a la incapacidad de venta de unas propuestas populares por encima de unas propuestas ya establecidas por el presidente de gobierno (repito, ya sean buenas o malas).

Pd: Solo para añadir. La palabra crisis está bien usada, al igual que desaceleración económica. Es lo mismo si se mira con la perspectiva adecuada. El juego del PSOE y la fobia a la palabra de marras también daría para otra buena parrafada, amen de ciertas estupideces como los 400 euros. Pero hoy le ha tocado a la oposición.
Pd2: me he dejado en el tintero el insulto a los inmigrantes. Ya está comentado más abajo. Simplemente decir que me parece la mayor falta de respeto que se puede dirigir hacia un sector en concreto. Es como decir ¿a quien le importa la sociedad en la que vivimos?, mientras por dentro estará pensando: Si no me importa mi, a nadie más que importe.

Saludos. MPA.