3.3.09

Hay que rebelarse, sublevarse contra los bordes.

La vida está llena de bordes, personas frías y asquerosas que no tienen humanidad, que no saben lo que es la empatía, que creen que nunca les van a llegar a ellos los hielos de la mala suerte o de la desdicha.
La vida está llena de fríos personajes oscuros de cara sonriente ante su soberbia, que creen que nunca van a ser árboles leñosos y rotos.
Contra ellos y contra lo que representan, sólo queda la rebelíon, la sublevación civil y el asco, el no cejar y el decirles a la cara que son unos bordes y que la vida les cobrará el precio de su forma de entender.
Contra los bordes, hay que plantarles cara y no callar.
Prohibido sentirse enfermo por culpa de los asquerosos.