4.11.07

Chad, las ONG y la desidia consentida

Una azafata para quien no haya volado todavía, que son muy pocos, es una camarera de avión.
Un comandante de avión es un camionero con más botones que va a donde le manda su empresa a recoger y a llevar mercancía.
Una empresa que fleta aviones es una empresa que hace contratos con clientes y que sabe a veces lo que lleva y trae.
Un consulado es un lugar muy serio en donde en teoría deben defender a los ciudadanos de su país, tengan o no tengan razón.
Unos niños de pocos años en CHAD, país en guerra, son una desgracias para ellos mismos y unos futuros adultos con mal futuro.
Una ONG que trabaja en países del Tercer Mundo es una organización que se la juega todos los días por el morro, sin recibir casi nada a cambio, con tal de intentar que otros vivan más parecido a como se vive en España. Pero es tal la diferencia que llorar es lo que suelen hacer los cooperantes.
Un Gobierno que no entiende cómo funcionan los temas de adopciones en ciertos países de África, es un Gobierno que no entiende de muchas cosas. Yo no soy cooperante, no he estado nunca adoptando niños, y sólo he acudido a una reunión de una ONG y tengo a una amiga que es cooperante.
Con este bagaje yo ya se lo que pasa en CHAD, por eso no entiendo que el Gobierno de Francia y España no hagan mucho más por estas personas. O igual lo hacen y no nos enteramos. O igual valen más los acuerdos de despliegue de fuerzas estratégicas o de venta de armas o de yo que se se, que ir a ayudar a una docena de personas que se han equivocado de país y de fecha.
¿Qué duda queda que cuando leo en los periódicos la noticia, ningún periodista se moja y dice lo que piensa y sabe?
Sí, los niños tienen familias. Los del CHAD y los de decenas de países con situaciones parecidas. Y los abandonan en la calle porque no los pueden alimentar. ¿Han salido las familias reclamando a sus hijos?
Sí, esos niños venían a Francia para ser adoptados por familias francesas que han pagado una pasta gansa. Porque mojar a los que hay que mojar sale caro.
Cuando uno viaja a otro país está dos (DOS) veces en tierra de nadie en cada sentido, en donde te piden la documentación. La de todos. Cuando sales de CHAD te piden la documentación de todos y si no la tienes no sales. Luego lo tenían que tener previsto.
Pero cuando entras en PARÍS te vuelven a pedir la documentación y si no la tienjes no entras. La de todos.
Es imposible trasportar personas sin la documentación en regla, o sin el visto bueno o malo de los dos lugares, origen y destino.
¿Ahora la culpa resulta que es de las camareras del bar del avión? ¿de las que reparten caramelitos y te dicen donde están las puertas de salida?
Me voy a dormir, lo siento.