8.6.12

Los comedores escolares, las becas y los “tupper” ante la crisis

Encima de la mesa de las escuelas tenemos una nueva realidad, la cada vez mayor número de familias con problemas económicos que no pueden emplear el servicio de comedor escolar, aunque necesiten tener a los niños esas horas en el colegio, por motivo laborales o de otro tipo. Problema que se da con más virulencia en la escuela pública pero que también está afectado a la concertada.
De momento hay dos soluciones sobre la mesa. La que ha planteado la Asociación de Vecinos del Arrabal en Zaragoza creando un banco de familias que de manera anónima ayuden y paguen los comedores de los niños con serios problemas económicos y el que se está planteando en Cataluña permitiendo (o no) la entrada en los comedores de los "Tupper" privados y el uso de las instalaciones y de las horas de atención escolar que ahora se pagaban con la comida, a cambio de una pequeñísima cantidad por el uso y la asistencia cuidadora.
El problema es la (en apariencia) inadecuada política de becas al comedor escolar, en tiempos de crisis para el próximo curso. Si aumentan los requisitos y bajan los presupuestos de ayuda al comedor a la vez que aumentan las necesidades sociales, está claro que se quedarán fuera de las ayudas muchas familias.
El sistema planteado por la A.VV. Arrabal puede caer en la beneficencia y no es solución a largo plazo. O lo que es peor, puede ser la solución a la que se agarren algunos grupos políticos para ver resuelto el problema. Pero es cierto que es la solución más rápida y con menos afecciones a los niños que las necesitan.
Hay que adaptarse a las nuevas realidades, y abrir los comedores de los colegios, sobre todo los públicos a nuevas realidades, es la solución lógica. Pero lo que puede complicar más la situación es la división de poderes entre gobiernos autonómicos que son quienes tienen las competencias en educación y los ayuntamientos que suelen ser los que ponen en funcionamiento los servicios sociales básicos con más cercanía. Tendremos que estar muy atentos para que estos problemas sociales no crezcan y seamos capaces de encontrar soluciones que sirven en el corto plazo pero también en el futuro, para que nadie se aproveche de los cambios. En este problema también entran a opinar las empresas de catering y los trabajadores que hacen una labor importante cuidando a los alumnos en las horas entre los bloques de horario partido. Por otra parte está en algunos casos la equivocación de que los colegios son una aparcamiento de niños y por ello la siempre complicada decisión sobre la jornada continua que en Europa tanto éxito tiene. Si, éxito en las escuelas y en los centros de trabajo, efectivamente.