3.7.23

Estrategias para soportar la pérdida de poder. El Poder 04


Enfrentarse personalmente a la pérdida de poder (de todo tipo) puede ser una experiencia desafiante y emocionalmente difícil para cualquier persona u organización, sobre todo si esto sucede cuando no está programado el recambio. Quiero ahora hablar de precisamente esto que parece excesivamente personal. 

El cómo afrontar a nivel personal la pérdida de un estatus de poder.

Cuando las personas se encuentran en una situación en la que ya no tienen el mismo nivel de influencia o control sobre lo que creía poseer, existen estrategias que pueden emplear para navegar en esta transición y adaptarse a sus nuevas circunstancias. 

No tener el mismo poder siempre se acepta mal, al menos en las primeras semanas, pero una vez que esto sucede no hay retroceso y no queda más camino que aceptarlo como primera medida personal, y a partir de ese punto, ver qué “trastos viejos” se pueden salvar.

Una estrategia importante en lo personal es la autorreflexión y la aceptación. 

Es crucial que las personas reconozcan y acepten la pérdida de poder en lugar de resistirse o negarla. Este proceso implica comprender y asumir repitiéndoselo interiormente, que el poder no es permanente y que el valor y la identidad de uno mismo no se definen únicamente por su posición de autoridad.

Al adoptar esta mentalidad, las personas pueden comenzar a explorar nuevas posibilidades y redefinir su sentido de propósito y valor. 

El Poder es un objetivo, un activo personal, pero desde el primer día en el que se posee hay que empezar a prepararse para perderlo, pues no es eterno.

Buscar apoyo de otros, incluidos profesionales en salud mental si el problema personal no se acepta bien, también es beneficioso. 

Compartir sentimientos y experiencias con amigos de confianza, familiares, ayudantes o mentores puede brindar consuelo emocional y orientación durante este momento desafiante. 

Conectarse con personas que han experimentado contratiempos similares o pérdidas de poder puede ofrecer ideas valiosas y estrategias para enfrentar la situación. Pero asumiendo que a la pérdida de poder le acompaña siempre la soledad como algo que curiosamente es repetitivo en todos los casos. Ya no eres el mismo que antes para decenas de personas cercanas. Y eso es posiblemente lo más duro de asimilar.

Desarrollar resiliencia y adaptabilidad a la nueva situación es otra estrategia clave. 

La capacidad de recuperarse de la adversidad y aceptar el cambio es esencial al enfrentar la pérdida de poder. Esto implica cultivar una mentalidad de nuevo crecimiento y estar abierto a aprender nuevas habilidades, explorar diferentes y nuevos roles o caminos, y aprovechar las oportunidades de un nuevo desarrollo personal y profesional. 

Es empezar de nuevo, pero no desde cero sino como poco desde tu experiencia anterior.

En ese ejercicio de tener que adaptarse a las nuevas circunstancias personales, las personas pueden descubrir nuevas fuentes de satisfacción y recuperar un sentido nuevo y de control sobre sus nuevas vidas. 

Perder el Poder no es nunca perder la vida que queda, es simplemente cambiar de actividad y de rol ante los demás.

Practicar el cuidado personal es crucial durante el proceso de enfrentarse a la pérdida de poder. Cuidar el bienestar físico, emocional y mental proporciona una base sólida para enfrentar los desafíos nuevos. 

Esto puede implicar participar en actividades que promuevan la relajación, como el ejercicio deportivo leve o moderado, aunque a veces se tienda a exagerar con un cambio drástico. 

La atención plena a temas que pasaban desapercibidos como el Arte, la Música o la lectura, así como buscar apoyo profesional a través de la terapia o el asesoramiento si es necesario como apuntaba antes. 

Hay que tranquilizar la vida y a través de ese ejercicio buscar nuevos trabajos mentales primero, que nos lleven a nuevas gestiones o a nuevas actividades que nos premien nuestra experiencia. 

Somos igual de buenos o malos que antes, lo único que ha cambiado es la percepción que tienen de nosotros, no lo que somos. Es mucho y hay que aceptarlo, pero no es todo.

Habrás perdido el Poder, pero no han perdido la experiencia, la sabiduría, el conocimiento que has ido acumulando desde esa posición anterior de privilegio. Toca sin duda buscar puentes de apoyo, relaciones más profundas con los que te han quedado a tu lado, reafirmar ante ellos que esa etapa ha desaparecido y que hay que construir entre todos una nueva forma de vida y una nueva etapa con nuevos caminos. 

Pero a su vez, uno mismo debe amarse más, no solo entender lo que ha sucedido, sino saber que en realidad eres el mismo que antes. Y que si lo has logrado una vez, es posible revisar si te intenta volver a intentarlo, o si simplemente prefieres jugar con tu vida a un nuevo juego.

Marcar con claridad la experiencia en esa pérdida del poder también puede ser útil. 

En lugar de percibirlo como un fracaso o un revés, las personas pueden verlo como una oportunidad para el crecimiento y el autodescubrimiento. 

Aceptar las lecciones aprendidas de la experiencia y centrarse en el crecimiento personal puede llevar a nuevas perspectivas y oportunidades. Solo es necesario pulir los actuales pensamientos pesimistas, ponerte en valor tú mismo, y decidir qué quieres emprender de nuevo. 

Por eso en estos momentos, que pueden duras semanas o meses, es fundamental estar reunido de personas que no metan el dedo en la herida, que sepan acompañar y transmitir optimismo, que sepan valorar lo que hasta ese momento has sido, para ayudarte a buscar los nuevos caminos.

Es importante recordar siempre que el poder se manifiesta de muchas formas. 

Si bien la pérdida de una posición o título específico puede disminuir el poder percibido en un contexto determinado, las personas aún podemos ejercer influencia y tener un impacto positivo en otras áreas de nuestras vidas. 

Perder el Poder no es perderte a tI, no es dejar de tener influencia. 

No tendrás ya nunca la misma, pero muy posiblemente te quedará la buena, la fiel, la que merece la pena conservar. Alrededor del Poder, de todo tipo de poder, crecen los champiñones sin sabor que enseguida pierden brillo y tersura.

Reconocer y aprovechar las fortalezas personales, los valores y las pasiones personales puede llevar al descubrimiento de nuevas formas de empoderamiento y realización. 

Y repensar un momento aquellos inicios, para recordar desde qué punto se iniciaron las conquistas y en qué punto exacto estás hoy, pues seguro que aunque sea doloroso perder el puesto del poder, sales de él con muchos más conocimientos, no para volverlo a conquistar, sino para intentar ser más feliz con lo que desees emprender de nuevo.