26.9.08

Zapatero, el plan de Bush, y el uso de la economía social.

Los mercados bursátiles son muy volátiles en este 2008 anunciador de grandes crisis. Existen tendencias en el medio y largo plazo, y grandes variaciones en el corto. Enormes si el corto plazo está cargado de noticias económicas de gran valor.

Existe o puede existir, por tanto, una tendencia al sobre-optimismo político por parte del gobierno español (y de todos los demás gobiernos europeos), en base a las perspectivas económicas. Sin embargo, creo que el comodín del optimista hay que saber cuando gastarlo, porque es la gente la que se tiene que contagiar de optimismo, y en muchos casos eso no se puede hacer si la crisis es muy reciente y seria.

Los mercados, hay que añadir, no son la totalidad de la economía, son quizás el reflejo de la confianza en la misma, de las perspectivas.

No es de extrañar que hubiera gente que se hiciera con una cantidad importante de dinero tras el anuncio del “Plan de Bush”, plan que tiene tantos objetivos como criticas.

Por un lado, es una forma de ganar confianza en el corto plazo. Una forma de que la economía tenga un impulso al alza, y que por lo menos dure el tiempo necesario para que la confianza ya perdida en el partido republicano, no obtenga a cambio unos resultados catastróficos en las elecciones de dentro de nada.

Por otro lado, aun siendo una solución casi necesaria, recibe tanto criticas de los sectores americanos más sociales, como de los más liberales.

Unos por el oportunismo, otros por no aceptar la perdida de eficiencia del liberalismo. Y es que parece que de pronto, ahora, todo el mundo quiere ser keynesiano ante lo que llega.

Estamos asistiendo al uso de la economía social o psicología social, como un factor más de todo el entramado de motores que nos han de sacar de la crisis. Pero lo que nos venden es un optimismo vacío de contenido.

Todos debemos tener participación en la salida de la crisis. Y después exigir responsabilidades


Mi propuesta es quizás algo diferente, y es hacer a todo el mundo partícipe (psicológica y realmente hablando) en la salida de la crisis, algo así como esos anuncios de los equipos de fútbol o baloncesto cuando están en 2º división. Que no te dicen ni prometen que estarán en 1º división el año que viene, sino que sencillamente te piden que sigas con ellos, que vuelvas a las gradas, que grites, que los apoyes, que les des tu confianza.

Si el sentimiento de salir de un problema es parecido al que consigues cuando tu equipo sube ¿no sería algo muy deseable? ¿no sería optimismo realmente valioso?

Pero claro, esta forma está mucho menos estudiada, y da menos resultado en las bolsas que manejan los tiburones.

Por cierto ¿donde quedará a partir de que salgamos de esta crisis los repartos de las alegrías cuando la economía funcione muy bien y de beneficios para unos pocos?

Saludos.