31.8.12

Muy diferentes tipos de IVA en Europa. Conozcamos todos los IVA

Mañana nos sube el IVA en España en una necesidad mal explicada y peor asumida, ante una crisis económica que está produciendo serios daños en nuestra economía. No parecen tiempo para subir impuestos, pero con sinceridad, las cuentas públicas no cuadran y se necesitan más ingresos para no seguir recortando más lo poco que van quedando sin perder importantes calidades de vida pública.
Hay que seguir explicando más lo que se necesita hacer, haciendo pedagogía política y económicadesde las instituciones para que todos los ciudadanos sepamos lo que es inevitable y para qué se toman las decisiones, y poder comparar con otras economías vecinas para saber de donde venimos, donde estamos y hasta donde podremos continuar bajando o subiendo en busca de la salida de la crisis.
El IVA no es homogéneo en Europa, en otro error más para la construcción de un Estado de Estados, que empezó por lo más beneficioso para los financieros y vendedores de comercio. Creamos una Europa de comerciantes, de vendedores de coches usados, y se olvidaron de las personas y de la economía real. Ahora algunos estamos recogiendo los frutos de nuestros errores sumados a los de la propia construcción europea que nos ha dejado sin defensas para (y lo repito) nuestras decisiones equivocadas en antaño.
Os dejo para analizar, un gráfico con los tipos de IVA que se cotizan en los países europeos, para tener una idea en donde vamos a estar a partir de mañana. El gráfico es de lainformacion.com (un gran lugar para entender mejor lo que sucede) y en donde hace un acertado análisis de los diferentes tipos de IVA, consultando en la dirección de arriba.
Mientras tanto, que sepamos que NO es cierto que las grandes cadenas comerciales NO van a subir el IVA, que en cambio SI es cierto que parte de ellas ya han subido como se denuncia sobre muchos de sus productos; y que debemos asumir que existe libertad de precios en España y libertad como consumidores de comprar donde nos de la real gana. O incluso como hacemos ya muchos, comprar menos y con más exigencia. La mejor defensa del consumidor es asumir que el dinero es nuestro y que debemos comprar lo justo, sin caer en el consumismo absurdo y en donde los precios sean más lógicos o bajos.