24.10.12

El deseo sexual, el sexo, ayuda a mejorar la depresión

La depresión y el estrés nos lleva a no saber valorar los placeres de las actividades más comunes entre los humanos. Una actividad que se abandona por la propia depresión y ayudado además por la medicación que se toma, es la sexualidad.

Pero no tanto se pierden los orgasmos o la erección, como se pierden las ganas, los deseos, las fantasías, la iniciativa sexual. Se pierde la excitación sexual, aunque no falle nada de los mecanismos sexuales de cada persona.

Por otra parte la sexualidad es muy beneficiosa para el tratamiento de la depresión, para curar los sentimientos de inutilidad, de tristeza, de desesperanza. La terapia es muy sencilla: aumentar la actividad sexual en el propio hogar,incluso por encima de la mantenida con anterioridad a la caída en depresión o ansiedad.

Cuando en una pareja una de los miembros cae en la depresión, la otra persona también se ve afectada en mayor o menor grado por el problema y con ella con el decaimiento de la actividad sexual. Es pues un trabajo entre dos personas. Pero en el que hay que caer con gozo, con deseo de resolver problemas, con la intención de salir del problema.

Hay que recuperar la calidad de vida y el sexo, pues es un pilar importante de la vida y la felicidad. El humor triste nos invade pero hay que luchar contra él. Y a veces la química de los medicamentos no ayuda en nada sino más bien al contrario. Hay que hablarlo con los psiquiatras, que seguro sabrán encontrar soluciones a estos problemas. Pero hay que hablarlo con tranquilidad, con sinceridad, con el deseo de encontrar ayuda, pues para eso están.

Estamos hablando de falta de deseo sexual por depresión, no de lo contrario: depresión o ansiedad por falta de deseo sexual, pues los tratamientos son diferentes.

En depresión nos falta la autoestima, nos sentimos con menos capacidad para valorarnos, por ello mismo, sentir el cuerpo de otra persona, el erotismo, el contacto humano, son fundamentales. Si no somos capaces de llegar al orgasmo, el simple contacto del cuerpo desnudo de nuestro compañero de vida puede ser suficiente en las primeras fases de la solución.

Y recordar que la práctica sexual nos ayuda a conciliar el sueño, a sentir más vitalidad, a que nuestras hormonas funcionen mejor, y que gran parte de los medicamentos que tomamos son precisamente productos químicos para mejorar lo que es sexo ayuda a mejorar. Eso no quiere decir NUNCA que el sexo sustituya a la medicación. Simplemente ayuda, que es muchísimo. Y en caso de que nos parezca imposible lograrlo, las soluciones pasan por hablar primero con tu pareja y luego con tu médico. Hay soluciones para ampliar tus deseos sexuales, aunque tengas estrés, ansiedad o depresión.